El Maestro Tabarez ya tiene el equipo completo para ir a la Copa
América. Los llamó y aceptaron. ¡Cómo no van a aceptar! ¡Qué privilegio es ser
llamado para formar parte del equipo de la selección de tu país!
Imagino lo que deben haber sentido Cavani, Muslera, “Palito”Pereira,
Arévalo Ríos, el “Cebolla” Rodríguez, Coates, Álvaro González, Stuani, Godín,
Maxi Pereira, Nicolás Lodeiro, Abel
Hernández cuando recibieron la notificación. Pero también imagino la tristeza
de los que no la recibieron y les gustaría estar.
El formar parte de este equipo tiene muchos beneficios: representás a tu
país, tenés más fama, popularidad, te hacés más conocido y otros cuadros
importantes pueden querer que estés en su equipo y así ganás más dinero. Pero
también tiene exigencias: hay que seguir las indicaciones del Maestro y
respetarlas.
Yo conozco otro Maestro que también tiene un equipo, pero a diferencia
de Tabarez, él nos convoca a todos para que lo integremos. Mi Maestro se llama
Jesús. En la Biblia encontramos a Jesús diciendo: “Mira que estoy a la puerta y
llamo…” (Apocalipsis 3:20). Él nos llama a todos a formar parte de su equipo,
pero depende de nosotros aceptar o no.
El estar en el equipo de Jesús también tiene beneficios. Dice la Biblia
que los que creyeron en su nombre serán llamados Hijos de Dios. Seremos sus
hijos, podemos disfrutar de su amor, sus cuidados, su protección, su guía, su
consuelo cuando estamos tristes, para siempre. Pero también tiene exigencias.
Dice Jesús: “Ustedes son mis amigos si hacen lo que yo les mando” (Juan15:14).
Hay que obedecerle. Al hacerlo seremos más felices aún, porque él quiere
nuestro bien.
¿Te gustaría formar parte de este equipo? Es muy fácil, responde a la
convocatoria. Decile a Jesús que querés ser parte de su equipo, que querés ser
un hijo de Dios. ¡Él te está esperando con los brazos abiertos! Si aún no
formas parte de este equipo, no dejes pasar más tiempo, es una decisión muy
importante.
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